domingo, 25 de febrero de 2018

Inteligencia Naturalista




Definición de la Inteligencia Naturalista

            En 1995, Howard Gardner expandió su lista original de siete Inteligencias al agregar una octava: la Inteligencia Naturalista. 
En un principio, Gardner había incluido dicha inteligencia como parte de las inteligencias lógico-matemático y visual-espacial. No obstante, basándose en los criterios que había establecido para identificar una inteligencia, habilidades y operaciones específicas, historia evolutiva, sistema simbólico, secuencias de desarrollo e individuos que se destacan en ellas o que son notablemente deficientes en tales capacidades, Gardner formulo la hipótesis de que la inteligencia naturalista merecía reconocimientos como inteligencia independiente. 
Las capacidades de naturalista se describen como las de alguien “competente para reconocer flora y fauna, para establecer distinciones trascendentes en el mundo natural y para utilizar productivamente sus habilidades (en actividades de caza, granja o ciencias biológicas)”.  Más aun, los naturalistas suelen ser hábiles para identificar a los miembros de un grupo o especie, reconocer la existencia de otras especies, y de percibir las relaciones que existen entre varias especies. Todos nosotros aplicamos las habilidades de la inteligencia naturalista cuando reconocemos personas, plantas, animales y otros elementos de nuestro entorno. 



        La interacción con el medio físico nos permite desarrollar un sentido de causa-efecto y reconocer modelos predecibles de interacción y comportamiento, como los cambios climáticos que se producen con el transcurso de las estaciones del año y su influencia sobre las plantas y animales por medio de las habilidades perceptuales naturalistas, comparamos datos, clasificamos características, extraemos significados y formulamos y ponemos a prueba hipótesis.



Gardner postula que la inteligencia naturalista tiene su origen en las necesidades de los primeros seres humanos,  cuya supervivencia dependía del reconocimiento de especies útiles o perjudiciales, de las condiciones climáticas y de los recursos alimentarios disponibles. No obstante, en los albores del siglo XXI, el entorno de muchos de nuestros difiere en gran medida del que existía hace mil o inclusive cien años. Muy pocas personas tienen posibilidades de acceder a grandes extensiones inexploradas de tierra poblada por diversas especies de flora y fauna. 
Hoy día, los niños y jóvenes suelen pasar su tiempo en espacios cerrados o caminar sobre suelos artificiales y no tienen oportunidad de interactuar con la naturaleza. Sin embargo, tal interacción no es requisito indispensable para el desarrollo de esta inteligencia. Las habilidades para observar, clasificar y señalar pueden desarrollarse y aplicarse en el trabajo con objetos artificiales. Si bien el desarrollo de las habilidades del naturalista no depende de la interacción directa con el mundo natural, tampoco se relaciona con la observación visual tal como podría suponerse. Gardner señala que las personas con discapacidad visual pueden establecer diferencias entre especies u objetos fabricados por el hombre por medio del tacto y que otros lo hacen por medio del oído.

            La inteligencia naturalista se pone de manifiesto en muchas áreas de investigación científica. Como la biología, la botánica, la zoología o la entomología, las cuales están dedicadas a esta inteligencia en su totalidad, encargándose de investigar los orígenes, el desarrollo y la estructura de organismos vivientes.

 Las habilidades naturalistas se extienden más allá de las taxonomías para incluir la capacidad de trabajar eficazmente con diversas plantas y animales y quizá para discernir patrones en toda área de actividad humana. Gardner especula que la actividad artística y las prácticas espirituales que comprenden aspectos del mundo natural exhiben las habilidades perceptuales del naturalista. También se pregunta si acaso su propia elaboración de la teoría de las inteligencias múltiples no habrá surgido como consecuencia de la aplicación de las capacidades naturalistas para distinguir y clasificar patrones como lo hace el cazador, el granjero, el jardinero y el cocinero. Reconociendo las especies útiles y perjudiciales o para clasificar sus propiedades y usos. 


Características
Algunas personas son naturalistas natos dispuestos a explorar el mundo por medio de los sentidos. Cuando se pone en práctica las facultades inherentes al cuerpo y mente humana, experimentamos el entorno por medio de la percepción sensorial, la observación activa y la reflexión y cuestionamiento de nuestras percepciones. Gardner sostiene que las capacidades esenciales de esta inteligencia incluyen la observación, reflexión, establecimiento de conexiones, clasificación, integración y comunicación de percepciones acerca del mundo natural y humano.         

       El campo de influencia de esta inteligencia es muy amplio y no es posible circunscribirlo a un rango estrecho de expresiones, pero es probable que los niños y los adultos que tengan especialmente desarrollada este tipo de inteligencia, independientemente del campo donde lo apliquen, presenten las siguientes características:

  •            Exploran ámbitos humanos de la cultura, la ciencia y el mundo de la naturaleza con interés y entusiasmo.
  •             Aprovechan oportunidades para observar, identificar, interactuar con objetos, plantas o animales y para encargarse de su cuidado.
  •           Establecen categorías o clasifican objetos según sus características.
  •           Manifiestan deseos de entender “cómo funcionan las cosas”.
  •               Reconocen patrones de semejanza o diferencia entre miembros de una misma especie o clases de objetos.
  •           Abordan el aprendizaje acerca de los ciclos vitales de la flora o fauna y las etapas de producción de objetos fabricados por el hombre.
  •          Se interesan por la manera en que cambian y evolucionan los sistemas.
  •       Demuestran interés por las relaciones que se establecen entre las especies y/o la interdependencia de   los sistemas naturales y humanos.
  •    Tienen interés en utilizar herramientas de observación como: microscopios, binoculares, telescopios,   cuadernos de notas o computadoras para estudiar organismos o sistemas.
  •    Demuestran interés por las carreras de biología, ecología, medicina, química, zoología, ingeniería forestal o botánica, entre otras.
  •         Desarrollan nuevas clasificaciones y teorías acerca de los ciclos vitales o que revelen nuevos patrones e interconexiones entre objetos y sistemas.


Como Abordar el Proceso de Aprendizaje
Las actividades naturistas son muy útiles para niños y jóvenes en todas las materias y en la expansión del pensamiento. Entre las principales estrategias que pueden establecerse están:

Hacer una pregunta básica “¿Por qué este objeto es cómo es?”, es una pregunta que induce a los chicos a buscar sus propios significados e iniciarse en el mundo de la investigación.

Todas los ejercicios que lleven a una educación ambiental, por lo que todo lo que se haga para mantenerlos en contacto con la naturaleza y descubrir y redescubrir sus misterios, aboga en pro de esta inteligencia estimulando el entusiasmo y el misterio que experimentan los niños cuando exploran su mundo. Pueden explorar tanto en su hogar como en la escuela, el jardín o el parque cercano, todo a su alrededor puede ser considerado un enorme museo y se debe inculcar el ser coleccionistas, de hojas, insectos, piedras, estampillas, monedas.
Mediante la actividad de coleccionar los niños y jóvenes ponen en práctica muchas habilidades puesto que observan, reconocen y procesan la información, clasifican, organizan y buscan en los libros datos acerca de los objetos de su colección, independientemente de que tipo de objetos se trate.


Fomentando la observación. En este aspecto la niñez y juventud actuales son capaces de percibir muchos más datos del entorno informático que un adulto cuando ambos compiten en los videojuegos, pero es necesario fomentarles estas destrezas al estar en contacto con el mundo real.

Decía Ezra Pound que la genialidad es “la capacidad para ver diez cosas en el lugar donde el hombre común sólo ve una”. Esta frase puede ayudar mucho para jugar con los niños y jóvenes a redescubrir su medio ambiente, observar su entorno y verlo de nuevo. Y esto puede reforzarse utilizando en ocasiones la vista o por el contrario vendando los ojos y estimulando el oído, el tacto, el olfato y el gusto prescindiendo de la vista, fomentando las sensaciones perceptuales y ayudando a concentrarse en detalles que normalmente pasan inadvertidos.

Las caminatas a ciegas pueden hacerse en el jardín, en el patio, en el parque o en un día de campo, y comentar luego las sensaciones.


Identificar objetos que previamente se introdujeron en una bolsa, es un ejercicio que estimula el sentido del tacto, pero también la elaboración de preguntas encaminadas a adivinar de qué objetos se trata, ya que con esto se estimulan habilidades del pensamiento como: clasificación, inferencias y formulación de hipótesis, entre otras.

Observar con una lupa o papeles de colores, dibujar directamente un objeto como una forma de observación atenta, ver en qué se parecen y en que se diferencian dos animales o dos paisajes, adoptar un árbol, sembrar algunas semillas y muchas de las tareas escolares en las áreas de geografía y ciencias naturales, son buenos pretextos para inducir el gusto por la investigación.

 Visitas a sitios de interés, ya sea por Internet o en una ciudad o un pueblo. Se pueden realizar visitas a acuarios, jardines botánicos, viveros, museos, zoológicos, procurando que el niño explore libremente y dé rienda suelta a su fascinación.

Parece pedagógicamente poco significativo, pero es importante que la escuela transforme una simple lluvia o una ventana en una aventura de prospección en el patio de la institución o sus alrededores, un paseo hasta el jardín botánico, la plaza pública o el bosque puede transformarse de modo enriquecedor en un descubrimiento de huellas de animales, una simple grabadora llevada a esos ambientes puede trazar el paseo en el aula de clase. Mediante estas propuestas se comprende que el estímulo de la inteligencia naturalista está relacionado con el ejercicio cenestésico corporal e interactúa con la sensibilidad olfativa y auditiva y con el uso de múltiples habilidades operatorias. El niño, al descubrir el mundo maravilloso de la naturaleza, acaba por comparar, relacionar, deducir, clasificar, analizar y sintetizar. Es esencial que el profesor sepa llevarle a elaborar esa identificación y a diferenciarla en relatos verbales.

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Referencias

Inteligencias Múltiples: Inteligencia Naturalista Módulo III,  http://www.dhi.mx/Archivos/IM/MIII/S1/INT/AMIII.pdf


 Castro Martha. Ramírez Doris (2012). Ibarra, 2.8.1. Las Estrategias didácticas como mediadoras en el proceso de desarrollar de la inteligencia Naturalista (p.41).